Mango y diabetes: ¿es bueno el mango para los diabéticos? ¡DESCÚBRELO!

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El mango es un fruto ampliamente conocido, en especial, en las zonas tropicales. Puede ser encontrado sin dificultad en cualquier mercado de cualquier ciudad. Sin embargo, no es su popularidad sino sus valores glucémicos que lo hacen tan atractivo para los diabéticos quienes pueden consumirlo sin ningún riesgo. De hecho, los beneficios que el mango ofrece a todas las personas que lo consumen, son casi ilimitados. Es por ello que se verán favorecidos no sólo los niveles glucémicos sino también muchos otros sistemas del cuerpo que están involucrados para mantenerlo todo funcionando correctamente.

Índice glucémico del mango

Los indicadores del índice glucémico para el mango son de nivel medio.  La siguiente información puede servir de guía para dar una valoración a los elementos descritos en la tabla:

Información Nutricional del Mango

  • Calorías 61 Kcal/100gr
  • Proteínas 0.6 gr/100 gr
  • Grasas 0.4 gr/100 gr
  • Hidratos de Carbono 12.5 gr/100 gr
  • Índice Glucémico IG (CG) 50 (6,3u)

El índice glucémico se utiliza para medir cómo afecta el contenido de los carbohidratos de los alimentos en los niveles de glucemia. El mango tiene un índice glucémico de 50. Se considera que es de nivel medio. Por lo tanto, está acorde con los márgenes establecidos.

Carga glucémica por porción

Cuando la carga glucémica de los alimentos es menor a 10 se considera como de baja carga glucémica. Es por ello, que el mango pertenece a esta categoría al tener un puntaje de 9.

¿Se recomienda el mango para diabéticos?

Gracias a la importante presencia de fibra que contiene el mango, es una fruta que cualquier persona que sufra diabetes debe considerar en su dieta diaria, ya que ayudaría de manera considerable a disminuir los niveles de glucosa. Así lo confirman  diversos estudios sobre el consumo de fibra para controlar la glucosa en la sangre en los pacientes con diabetes de tipo 1. La mangiferina podría ser el antioxidante que esté detrás de la baja en los niveles de la glucosa.

Por otro lado, hay muchas maneras de preparar el mango que pueden ir desde ensaladas, pasando por salsas y llegando a prepararlo como jugo que es una alternativa para el calor y recuperar la energía gracias a su particularidad de satisfacer el  apetito y/o calmar la sed. En cualquiera de sus presentaciones, es una opción que no debería evitarse.

Por fortuna, las opciones con el mango son casi inagotables, sobre todo para aquellas personas con diabetes causada, en especial, por una vida sedentaria y una mala alimentación. Es menester controlar esta condición y así evitar problemas de salud mucho más serios y que eventualmente se vuelvan irreversibles o que no se puedan controlar.

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Otra alternativa puede ser hervir las hojas de mango y consumir el agua. La infusión de hojas de mango se está volviendo en una opción real que la medicina natural está ofreciendo para tratar la diabetes tipo 2, enfermedad que se está convirtiendo en una de las más comunes mientras el número de personas que la padece va en aumento cada día.

En un estudio hecho en 2010, se llegó a la conclusión que la hipoglucemia se pudo reducir luego de un tratamiento a base del extracto de hojas de mango. Un tratamiento totalmente natural para tratar a todos aquellos que padecen diabetes como una alternativa real y así evitar las odiosas inyecciones de insulina. Este es un  tratamiento que se recomienda tomarlo en ayunas y así permitir que el cuerpo asimile todos los nutrientes de los cuales dispone el mango en contra de la diabetes.

Otros datos de interés acerca del mango

Origen del mango 

La cuna del mango se remonta a más de 4000 años atrás, al norte de lo que es hoy la India y Burma y se extendió rápidamente por Asia. Sin embargo, hay textos escritos en sánscrito que datan de hace más de 6000 años donde ya se hace referencia a los árboles de este fruto, muy apreciado por los hindúes hasta nuestros días.

De hecho, el árbol de este fruto estaba presente en los rituales para despedir a sus muertos y sus hojas actualmente representan tanto el amor como la fertilidad.

Ya para la época de la colonia, los portugueses se encargaron de llevar el mango al sur de África y más tarde a las costas del Brasil. Por su parte, los españoles hicieron lo propio trayendo este fruto al resto de América. Con el correr del tiempo, América Central y del Norte comenzaron a disfrutar del mango también.

El cultivo del mango se ha esparcido casi por todas las áreas tropicales que hay en el planeta. Se puede asegurar que están disponibles en cualquier parte, con la excepción de aquellos lugares con climas más templados. Los productores más importantes de este fruto vienen de lugares tan lejanos entre sí que jamás se hallaría relación entre ellos, tales como Australia, India, Estados Unidos, China, México, Israel, entre otros.

Las condiciones ideales para el mango van desde temperaturas que rondan los 20ºC hasta alcanzar los 26ºC. Sin embargo, si la temperatura suele ser más alta superando los 30ºC, incidirá en la fruta, haciéndola más madura y mucho más dulce. Además, el clima debería ser intermitente, de tal manera que lo que se conoce como temporada seca y de lluvia se intercambien para lograr un equilibrio que beneficiará todo el proceso.

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Sus frutos tienen diferentes tonalidades que van desde el verde cuando aún les falta por madurar, hasta el clásico amarillo y entre rojo y verde oscuro. Estos matices dependerán mucho de la variedad del fruto. Dentro del fruto hay un único hueso y la pulpa suele ser bastante jugosa y muy amarilla, por lo general, muy dulce y con un aroma penetrante.

La cantidad de variedades de mango hoy en día supera la astronómica cifra de 2000. Sin embargo, se puede reducir ese número sólo a tres, ya que de éstos se derivan los demás. Están los Indios, los Filipinos también conocidos como Indochinos y los de Florida.

Propiedades del mango

Las propiedades del mango son variables y dependen mucho de su madurez y del tipo que sea. Es una fruta que posee una buena fuente de betacarotenos, los cuales nuestro cuerpo puede utilizar para sintetizar la vitamina A. Además, tiene cantidades importantes de vitamina B, como la niacina o la piridoxina y C que ayudan al correcto funcionamiento de nuestro organismo y al consumir dos unidades de esta fruta sería más que suficiente para alcanzar la dosis recomendada de vitamina C necesaria diariamente.

Otros de los elementos a rescatar del mango es la presencia significativa de varios minerales tales como el magnesio, zinc, fósforo, cobre y hierro. Igualmente, el mango es una fuente valiosa en azúcares. No tiene colesterol y es sumamente bajo en grasas.

Asimismo, tiene triptófano que es un aminoácido que actúa como relajante, lo que puede facilitar conciliar el sueño con mayor facilidad. También, el mango puede ser un aliado para ganar masa muscular siempre y cuando se realice con un buen plan de ejercicio y de esta manera potenciar el uso de los nutrientes del mango. Este fruto contiene quercitina que es un flavonoide y ácidos tales como el mirístico y el málico que lo convierten en un excelente anticancerígeno y antioxidante.

El mango, debido al potasio que contiene, tiene un efecto diurético que beneficia a la eliminación de líquidos. Por otro lado, es ideal para mujeres en periodo de gestación o de lactancia, debido al ácido fólico que contiene esta fruta. Su cantidad elevada de hidrato de carbono se convierte en una importante fuente calórica.

Beneficios del mango

Los beneficios que se pueden obtener a partir de la ingesta del mango son muchísimos. Gracias a la alta cantidad de fibra y de magnesio que contiene, hace que sea sumamente saciante el hecho de consumir esta fruta. Y si las personas no toleran otras como los limones, kiwis o naranjas para obtener vitamina C, el mango siempre es una buena opción.

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El mango es una fruta recomendada para todas aquellas personas con hipertensión y con enfermedades cardiovasculares. Gracias a la presencia abundante de fibra y agua, es ideal para evitar el estreñimiento y la acidez estomacal. La mejoría en la digestión será evidente.

El efecto anticancerígeno que posee el mango, es otra razón para consumirlo sin temor y esto se debe a la presencia del beta-caroteno.

La abundancia de vitamina A y C, más la presencia de los betacarotenos, hace de ellos, una combinación perfecta para combatir enfermedades degenerativas. Además, la vitamina K va a ayudar a asimilar mejor el calcio necesario para los huesos. Y la piel también va a ser beneficiada, con un mejor aspecto y protegida de los dañinos rayos del sol.

Otro de los muchos beneficios que trae la ingesta del mango es para el cabello, que se beneficia al mantenerse hidratado por la presencia de la vitamina A. Por otro lado, esta fruta puede ayudar a prevenir la degeneración macular, gracias a un antioxidante llamado zeaxantina presente en ella que pudiese evitar el ablandamiento de la córnea, el ojo seco, ardor en los ojos, entre otros. También podría resultar conveniente su consumo debido a la presencia de complejo B en el mango para todas aquellas personas que padecen anemia, debilidad muscular y con problemas de estrés.

Sin embargo, se debe tener cuidado con el consumo despreocupado del mango ya que algunas personas podrían ser alérgicas a la cáscara o a las hojas de este fruto. Y aquellos que padecen insuficiencia renal, el consumo del mango no debería ser en exceso. Lo más indicado en estos casos es consultar con un médico o especialista para evaluar cada caso en particular.

REFERENCIAS:

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  1. JUAN IGNACIO ALCANTAR QUINTANA

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