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Fresas y Diabetes

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Las fresas son una de las frutas más populares alrededor del mundo. Son icono de la alimentación más deliciosa y saludable que aportan las frutas y esto las hace más deseables al consumo humano.

Pero por más deliciosas o icónicas que puedan resultar, es importante conocer si son o no beneficiosas para el organismo; de manera que no solo se puede disfrutar de una comida sabrosa sino también hacerlo con la conciencia de qué se está consumiendo para balancear la dieta acorde a sus aportes.

Esto es en especial importante para las personas diabéticas porque requieren saber qué cantidad de azúcares ingieren para poder controlar la glucosa en su sangre. Por esto es bueno saber su origen, características, sus datos nutricionales, su índice glucémico y si estas propiedades lo hacen o no apto para el consumo de los diabéticos.

Origen de la fresa

Existen varias versiones sobre el origen real de las fresas. Unas versiones parecen afirmar que proviene de América, específicamente de los Alpes. Esta fresa americana fue introducida a Europa por medio de los colonizadores ingleses, quienes conocieron la fruta en en Estados Unidos y la llevaron a sus dominios. Otra versión asegura que las fresas se originaron en Chile. Esto también es posible, ya que en este país existe una variedad de fresa que es bastante característica y diferente a la fresa tradicional americana.

Actualmente, la fresa se produce en mayor volúmen en España, Francia, Alemania, Suiza, Austria, Holanda, Chile, Reino Unido, Estados Unidos, Israel y Bélgica.

Las fresas crecen en una especie de enredadera o planta llamada fresón, es una planta rastrera que forma parte de la familia de las rosaceae. Estas plantas no son muy grandes y producen el fruto junto con algunas hojas verdes un poco más grande. Crecen en climas húmedos y fríos pero esto no es limitante; pueden también crecer en climas húmedos y tropicales pero sus resultados varían en cuanto a sabor y textura, así como en la facilidad a la hora de cultivarlas.

Características de la fresa

La fresa es una fruta pequeña con forma ovalada en la parte superior y punteada en la parte inferior. Su color es rojo intenso y puede tener pinceladas verdes si no esta muy madura. Es la única fruta que tiene las semillas por fuera, adheridas en la piel y su tamaño es muy pequeño, en este sentido, la piel de la fresa es delgada y rugosa según la cantidad de semillas que tenga.

Una fresa no supera los cuatro centímetros de largo y su consistencia no es muy dura, además, se vuelve menos consistente conforme a su proceso de maduración.

Su sabor es entre dulce y amargo según su cultivo. De esta forma el cítrico que contiene destaca su sabor fuerte y su olor característico que es fácilmente reconocido.

Muchos botánicos afirman que la fresa no es una fruta como tal sino que es un cúmulo de frutas, sostienen que las frutas pertenecientes a la fresa se encuentran en las semillas pequeñas que están adheridas a la piel. De hecho en muchos casos estas semillas germinan dando lugar a nuevas fresas más pequeñas en tamaño. Esto haría de la fresa un fruto similar a las moras pero con una composición interna más intensa.

El hecho es que siendo o no una fruta, su composición nutricional sigue siendo la misma según su tamaño y eso es lo que concierne al consumidor a la hora de ingerir la fruta.

Información nutricional de la fresa y beneficios que aporta

Según estudios, las fresas dan un asombroso valor de 129% del valor diario en vitamina C, lo cual es un nivel muy alto y aprovechable por el organismo. Además son bajas en calorías, contienen entre 30 y 35 calorías cada 100 gramos; similar al valor calórico del repollo, las uvas y las zanahorias.

Además de la vitamina C, la fresa contiene vitaminas como A, E, B1, B2, B3, B6 y B9. Y por si eso fuera poco, también contiene minerales como el calcio, magnesio, potasio, hierro, zinc, fósforo y yodo.

Lee este artículo:  Nisperos y diabetes: ¿Los pueden consumir los diabéticos?

En un estudio realizado por la Universidad Politécnica delle Marche (España) junto a científicos de las universidades de Salamanca, Granada y Sevilla; se reveló que la fruta tiene características antioxidantes. Esto ayudaría a la protección frente a la radiación ultravioleta, reducir los daños del alcohol en la mucosa gástrica y fortalece los glóbulos rojos. Esto último se evidencia en las antocianinas que le otorgan su color rojo.

Son una excelente opción y muy saludable a la hora de presentarse para la merienda. Libre de gluten y con muy poca azúcar, son muy saludables y llamativas en la mesa.

En este sentido, las fresas son una buena fuente de antioxidantes. Su ingesta ayuda a retrasar el envejecimiento, previene las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Esto es porque su contenido en vitamina C es mayor al de las naranjas. Otro estudio refleja que la fruta contiene triterpene, cuyas propiedades han sido estudiadas para la destrucción de las células cancerígenas y las inflamaciones producto de la circulación. Es por esto que se recomiendan las fresas para los pacientes que han sido tratados de cáncer (para evitar reincidencias) y para los que padecen inflamaciones crónicas.

Además, son excelentes herramientas para prevenir o retrasar la aparición de enfermedades degenerativas relacionadas con la visión. Su alto contenido en zeaxantina y luteína surten un efecto protector en los ojos que los protege fortalece contra el desarrollo de ciertas enfermedades.

Así mismo, la frutilla contribuye a una boca más sana y un aliento más fresco. Contienen xilitol, que ha demostrado ser un combatiente muy eficaz de la desmineralización de los dientes; esto quiere decir que protege el esmalte y reduce la placa bacteriana. Además de surtir un efecto antibiótico en las llagas y bacterias que producen el mal aliento.

Por último, su alto contenido en vitaminas y agua ayuda a que su consumidor habitual mantenga una piel joven e hidratada. La razón es que las fresas favorecen la producción de colágeno que permite tener una piel saludable.

Índice Glucémico (IG) y Carga Glucémica (CG) de la fresa

El Índice glucémico se mide en los alimentos para regular el comportamiento del azúcar en la sangre de cualquier persona, especialmente los diabéticos. En este sentido, se mide la cantidad de azúcar, grasas e  hidratos de carbono presentes en el alimento y se calcula la respuesta del organismo a esto proporcionando un número del uno al cien. Significando el 1 la menor velocidad con la cual la sangre asimila los azúcares que recibe y el 100 la mayor velocidad con la que este proceso es llevado a cabo. Entre mas rápido se realice ese proceso, más rápido se eleva la glucosa en la sangre de una persona. Esto para los diabéticos puede representar el riesgo de una hiperglucemia u otros desórdenes similares.

En el caso de la fresa, su Índice glucemico es 25. Esto la hace clasificar entre los alimentos que tienen Índice bajo y que pueden consumirse de manera menos cuidadosa. Pues aparte de tener poca azúcar, tienen muchos nutrientes que son buenos para el organismo.

¿Consumir fresas aumenta el nivel de azúcar en la sangre?

No. Consumir fresas no elevará el azúcar en la sangre de forma que sea perceptible o importante para el cuerpo. Esto es porque las azúcares que contiene son pocas y fácilmente asimilables por el organismo. Esto las hace un buen candidato para las personas que sufren enfermedades metabólicas relacionadas con el azúcar.

¿Una persona diabética puede consumir fresas?

Si. Las personas que sufren cualquier tipo de diabetes pueden consumir fresas. De hecho, los expertos consideran que la ingesta de esta fruta es de hecho beneficiosa para la correcta regulación de la sangre en el organismo. Es correcto decir que los componentes presentes en la fresa ayudan a regular el azúcar en la sangre y de hecho son usados con este fin.

Además, estudios de Harvard y del Instituto Tecnológico de Illinois reflejan que consumir fresas regularmente reduce de manera notoria el riesgo de tener diabetes tipo 2. Esto se debe a que los polifenoles combaten la resistencia a la insulina y la hacen más dócil, con esto se reducen de manera drástica los picos de insulina. Esto fue apoyado por estudios posteriores de la American Diabetes Association donde se comprobó que en la cultura de mujeres que consumían fresas habían menos casos de diabetes tipo 2 en contraposición con las que no las consumían.

¿Qué cantidad de fresas puede consumir una persona diabética?

La cantidad de fresas recomendadas diariamente es de 200 gramos al día. Sin embargo esto no es una medida estricta sino que puede variar según sea la alimentación del paciente para ese día. Sin embargo, sus propiedades que ayudan a disminuir el azúcar así como otros elementos la hacen un excelente candidato para consumir diariamente y en dosis suficientes.

¿Cómo puede consumir fresas una persona diabética?

La primera recomendación siempre es consumir la fruta totalmente al natural. Para esto se recomienda a las personas eliminar la hoja que crece en la parte superior de la fresa e ingerir todo lo demás después de lavado. Las fresas tanto enteras como en trozos son culturalmente muy populares y pueden acompañar casi a cualquier platillo, desde ensaladas de frutas hasta ensaladas y platos como asados y afines. Lo importante es evitar edulcorarla y consumirla cuando aún esté fresca; de esta forma se estarán aprovechando la mayor cantidad de nutrientes.

Hay otras formas de comer la fresa para variar un poco su sabor y para no caer en la dieta rutinaria:

Mousse de fresa sin azúcar

Este es un delicioso postre muy común que se puede preparar de forma saludable. La receta incluye fresas en rebanadas, gelatina sin sabor, leche descremada y agua. Para lograrlo solo hay que mezclar la gelatina con agua y luego cocerla hasta que la gelatina se disuelva. Acto seguido se licúan las fresas con la gelatina y la leche hasta que la mezcla quede homogénea. Se agregan un par de hielos mientras se licúa y se deja reposar unos minutos. Luego se envasa y se refrigera por un par de horas hasta conseguir la consistencia deseada.

Lo bueno de este postre es que todo el sabor será aportado únicamente por las fresas; por esta razón se recomienda que las fresas estén dulces y lo más frescas posible.

Crumble de fresas

El crumble no es otra cosa que una especie de migas de tarta que se hace con los componentes de la preferencia de cada quien. Para la receta se necesitan las fresas, avena, harina integral, mantequilla ligera, cereales y nueces a gusto del consumidor. En un bol se mezcla la harina integral, la avena y los seriales, luego a eso se le añade la mantequilla fundida hasta que le otorgue consistencia a la mezcla. Se cortan las fresas en trozos pequeños y se colocan como base en un molde de vidrio. Acto seguido se coloca la mezcla de cereal, mantequilla y nueces sobre las fresas y se hornean durante 25 a 30 minutos hasta que se vea dorado. Esto hará que la fruta haga una especie de barra nutritiva. Tanto los cereales como la fresa hacen una combinación alimenticia excelente y muy beneficiosa para la salud.

Precauciones sobre la ingesta de fresas en personas diabéticas

A pesar de todas las buenas propiedades de la fruta, no se aconseja su ingesta a las personas que son alérgicas a las aspirinas. La razón es que contiene ácido acetilsalicílico que pudiera desencadenar una reacción alérgica importante. Si eres alérgico, consulta a tu médico antes de consumir. Tampoco se recomienda a las personas diabéticas incurrir en excesos; es buena para el organismo pero es importante cultivar una dieta balanceada y consultar a su médico antes de realizar tratamientos alternativos o dietas que incluyan la ingesta de fresas para controlar la glucosa en la sangre.

REFERENCIAS:

Lee este artículo:  Coco y diabetes

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